SUPERHÉROES...mitos contemporáneos
Cultura de masas
(radio, cine y TV), como a la gráfica (diarios y revistas) y a la industria editorial (Best sellers, literatura de consumo masivo).
Algunas de las características más típicas de los superhéroes son:
Tener un origen o momento en el que se convierte en superhéroe, ya sea por ser el momento en que obtuvo sus capacidades especiales o el momento del trauma que le obligó a ello. Los más frecuentes son:
Superpoderes: capacidades superiores a las de los humanos corrientes, como lanzar rayos energéticos, volar, fuerza sobrehumana, invulnerabilidad, telepatía, telequinesis, etc.
Poderes místicos.
Su lucha desinteresada en defensa del inocente, ya sea combatiendo el crimen, catástrofes, invasiones extraterrestres, o cualquier otra amenaza, con frecuencia al margen de la ley.
Su perfección anatómica, suele seguir cánones cercanos a los grecolatinos
Tener una identidad secreta (doble identidad o alter ego
Llevar un llamativo uniforme, generalmente muy ajustado y de colores llamativos, que suele ocultar su identidad secreta, a la vez que le identifica como superhéroe.
Poseer una galería de villanos, personajes con características similares a las de los superhéroes excepto en las referidas a su motivación y sus métodos, por lo general opuestos a los del mismo. Las historias sobre superhéroes casi siempre involucran en algún grado un conflicto del héroe con un villano o grupo de villanos.
Aspecto mítico
Las narraciones de superhéroes constituyen un subgénero de la ciencia ficción y pueden considerarse el trasunto moderno de las historias de los héroes y dioses de las mitologías clásicas, con la diferencia de que el elemento religioso ha sido sustituido por la ciencia ficción. Sin embargo, también se puede hablar de su estructura de valores morales: generosidad, sacrificio, autocontrol, piedad, etc... que convierten a los superhéroes en verdaderos "santos" modernos ("salvadores del mundo" dentro de la más auténtica tradición cristiana), en un mundo que carece de fe en los antiguos.
Otra diferencia fundamental con la mitología clásica radica en que los superhéroes no suelen morir, y sus narraciones se extienden de un comic book a otro, mientras las ventas aguanten. Sus aventuras tienden así a estancarse (como ya viera Umberto Eco), en una cierta atemporalidad, en la que el personaje ya no puede envejecer, y todo regresa, del mismo modo que en los folletines y culebrones: los villanos reaparecen, los muertos no están muertos... Tampoco suelen modificar de forma importante la vida en la Tierra, dedicándose a asuntos de poca trascendencia (no acaban con la guerra ni el hambre, por ejemplo).
Cultura de masas
(radio, cine y TV), como a la gráfica (diarios y revistas) y a la industria editorial (Best sellers, literatura de consumo masivo).
Algunas de las características más típicas de los superhéroes son:
Tener un origen o momento en el que se convierte en superhéroe, ya sea por ser el momento en que obtuvo sus capacidades especiales o el momento del trauma que le obligó a ello. Los más frecuentes son:
Superpoderes: capacidades superiores a las de los humanos corrientes, como lanzar rayos energéticos, volar, fuerza sobrehumana, invulnerabilidad, telepatía, telequinesis, etc.
Poderes místicos.
Su lucha desinteresada en defensa del inocente, ya sea combatiendo el crimen, catástrofes, invasiones extraterrestres, o cualquier otra amenaza, con frecuencia al margen de la ley.
Su perfección anatómica, suele seguir cánones cercanos a los grecolatinos
Tener una identidad secreta (doble identidad o alter ego
Llevar un llamativo uniforme, generalmente muy ajustado y de colores llamativos, que suele ocultar su identidad secreta, a la vez que le identifica como superhéroe.
Poseer una galería de villanos, personajes con características similares a las de los superhéroes excepto en las referidas a su motivación y sus métodos, por lo general opuestos a los del mismo. Las historias sobre superhéroes casi siempre involucran en algún grado un conflicto del héroe con un villano o grupo de villanos.
Aspecto mítico
Las narraciones de superhéroes constituyen un subgénero de la ciencia ficción y pueden considerarse el trasunto moderno de las historias de los héroes y dioses de las mitologías clásicas, con la diferencia de que el elemento religioso ha sido sustituido por la ciencia ficción. Sin embargo, también se puede hablar de su estructura de valores morales: generosidad, sacrificio, autocontrol, piedad, etc... que convierten a los superhéroes en verdaderos "santos" modernos ("salvadores del mundo" dentro de la más auténtica tradición cristiana), en un mundo que carece de fe en los antiguos.
Otra diferencia fundamental con la mitología clásica radica en que los superhéroes no suelen morir, y sus narraciones se extienden de un comic book a otro, mientras las ventas aguanten. Sus aventuras tienden así a estancarse (como ya viera Umberto Eco), en una cierta atemporalidad, en la que el personaje ya no puede envejecer, y todo regresa, del mismo modo que en los folletines y culebrones: los villanos reaparecen, los muertos no están muertos... Tampoco suelen modificar de forma importante la vida en la Tierra, dedicándose a asuntos de poca trascendencia (no acaban con la guerra ni el hambre, por ejemplo).
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